
Por Majo Ramírez
Beasts of no nation es un drama bélico dirigido y adaptado por Cary Joji Fukunaga. El filme, distribuido por Netflix —o sea que ya puedes verla a través de este servicio—, está basado en la novela homónima de Uzodinma Iweala. No se trata de una cinta agradable, todo lo contrario, es cruda e incómoda.
Agu, el niño africano y protagonista de la película, nos narra su trágica historia a lo largo de dos horas y diecisiete minutos. Durante ese tiempo somos testigos de su metamorfosis, lo vemos pasar de los juegos a las armas: su alma de niño se rompe en cuanto su familia es destruida por una guerra civil, lo que lo lleva a unirse a un grupo de rebeldes y convertirse en soldado; pierde su infancia al matar por primera vez, y la pierde una y otra vez al ser abusado sexualmente, al drogarse para evitar el dolor —el de sus recuerdos y el de la guerra—, al asesinar a gente inocente como él.
La película refleja la situación que viven miles de niños no solamente en África, sino en diversas partes del Mundo: aunque queramos, no nos podemos olvidar de nuestros niños sicarios, armados gracias a una guerra contra el narcotráfico que los ha dejado sin opciones. Entonces, por distintas razones, esos niños soldados terminan en las garras de un líder que les lava el cerebro y se convierten en máquinas de matar.
Te dejamos el tráiler de la película