Por Juan Arturo Martínez
En esta ocasión CONACULTA y Ediciones Acapulco nos traen el libro Ateo Pedro va para pavor de poeta, del autor Pedro Poitevin. Un libro que juega con nosotros, nos reta, nos invita. Vemos una realidad completamente diferente, de uno y otro lado. Somos llevados a este nuevo mundo por palíndromos, estamos frente a un juego de espejos. Poitevin lo hace suyo, se vuelve parte de él.
Un libro muy entretenido en el que te divertirás leyendo al derecho y al revés, confirmando la perfección de estos palíndromos. Y para todo aquel que quiera entrar de lleno en este juego, Pedro Poitevin nos regala unos breves “Apuntes sobre Palíndromos”, no nos deja en la oscuridad, sino que nos da las claves para poder hacer uno, desde algo tan simple como “Anita atina”, hasta complejidades como “Eco da eco de doce a doce”. Revela también la intimidad del palíndromo, su parte principal, su centro, el punto de convergencia entre ambas realidades.
“Escribir un palíndromo es un juego en el que el escritor debe ceder control, permitir que el lenguaje inserte personajes inesperados en la narración”; se debe seguir el consejo de Octavio Paz, jugar con el lenguaje, con las palabras, cogerlas, hacerlas gritar, chillar. Podemos jugar con Adán, la luna, el sol, la dama, la musa.
A lo largo del libro vemos pequeños poemas, un verso solamente, hasta algunos más grandes que nos dejan perplejos, pues no sólo se trata de hacer palíndromos por hacerlos, sino de darles un sentido, y ahí radica la magia de Poitevin:
Ánimo. Y, de sal, la musa leve
remata, se desata, me marea.
Rayo ave, un anular acá desea.
Raya, niña de sal, ser a las nueve
Satán o su saeta. Ser amor,
oca, velero. Ser gala de veras,
oro y amor casero, las aceras,
areca, sal. Oré sacro mayor.
Osaré. Ved al agresor: eleva
coro, mares. Atea su sonata,
se ve. Un salar es. La sé dañina.
Ya rae seda cara, Luna nueva.
¿O ya raerá? Me mata. Se desata,
me revela su mal: la sed. ¡Y omina!
Disfruten de este maravilloso libro, léanlo al derecho y al revés, y, por qué no, intentemos hacer algunos palíndromos.

Juan Arturo Martínez (Ciudad de México, 1991). Estudió Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM; asimismo ha tomado cursos en el Programa de Escritura Creativa, de la Universidad del Claustro; y en la Escuela de la SOGEM. Ha publicado tres ensayos en la revista electrónica ¡Siempre!: “Rayuela, una jovencita de cincuenta años”, “Carlos Fuentes, un pequeño paseo por su narrativa” y “Teoría literaria de Vargas Llosa y La ciudad y los perros”.