Por David Cacho
El mundo está crispado
como una piel que ardiera contra otra,
los valles parecen escamas
desde las alturas espaciales,
los cuerpos colapsan en un choque,
el mundo arde más que una flama
cuando el ocaso viene a tatuar sus vestigios
entre los heredados.
Y todo arde y se colapsa
tan apresuradamente, el silencio huye
y todo el mundo vuelca
como una fibra que se rompe
o un resorte que se enreda,
las semillas del crepúsculo perecen
por eso en esta zona los pájaros
dejaron nuestro centro sin abono.
La flor se enrosca lejos del campo,
los niños han crecido huérfanos,
el destino de los hombres
se parece al destino de los niños,
la orfandad descoyunta la mirada,
todo vuelve a ser tan vulnerable,
¿son fantasmas que se pierden en la noche?
¿sombras que se engatusan sobre sombras?
Arde la tierra, luego germinamos,
tus pechos, templada llanura,
vuelven a su aire cristalino,
como caballos desbocados
sin tiempo al que acudir
ni lugar para crecer,
tus pechos como hebras
donde el sol sella el alma de los árboles.
Te encuentro, acudo a ti,
los cabellos del fénix
han traído alegría hacia estos rescoldos,
los puentes entre tu pecho y el mío
son hogueras que se hablan
cuando el relámpago
une a las aldeas y a los hombres.
Arde tu espalda, un nicho de fuego,
tu espalda, escudo de roble,
la brisa restituye los caminos,
la tormenta es el asilo del que busca,
la lluvia llega para los heredados
como una flecha sobre las nubes,
he dejado el vasallaje, vengo a amarte
en el calor de la canícula.
Vengo esta tarde de sequías
a darte mi aliento como aliento
para la próxima vez
que necesite refugiarme.
Soy un heredado
que vio a dios tras las líneas de un papel,
he escrito un poema de amor para ti
sin tener la certeza de estar despierto,
mi letra despierta el canto de las rocas,
una palabra altera el ciclo planetario,
las cosas tiemblan
pero yo no puedo estar tranquilo
cuando afuera el tiempo y la memoria
calcinan su osamenta.
*Texto extraído de Caminar el horizonte, el más reciente poemario del autor.
David Cacho (2000). Estudia el bachillerato, escribe poesía y cuento. Ganador de la décima entrega del certamen “Concurso Infantil y Juvenil de Cuento” organizado por el IEDF. Miembro del taller “poesía en la cornisa” organizado por Proyecto Literal e impartido por Manuel de J. Jiménez.