Por Marlú V
I
Los poemas de la vela
nacieron una noche
oscura por falta de
luz eléctrica.
No son buenos
ni riman
ni sobrepasan
el canon de la letra.
Son bellas lágrimas
de parafina
y de sorpresa
cuando arremete
la palabra y queda por
mi mano impresa.
Son recuerdos indelebles,
besos vírgenes y rebeldes
que se quedaron
adentro de su empaque
como los dulces de los hoteles,
como aquella carta
que me unía a tu vida
y llegó tarde para tenerte.
II
Vive la luz en la flama,
solo ahí se condensa su magia.
Eres tú una llama
de mejor antorcha soberana,
de azul cimiente y caliente capa,
no esta flamita que deambula por mi casa,
que chirria quejándose de su tarea.
Mi pequeño pabilo se ahoga en una lava
doméstica y casera,
en una vida no recomendada.
Tú lucirás como estandarte,
tal vez hoguera seas
y yo…tu brea.
III
Ya te imagino
viviendo en otra patria,
desterrarás tu acento
y aprenderás otras labias.
Comerás mejor,
verás lo bueno;
el mar que importa y
el pescado añejo.
Las mujeres más bellas
encontrarás a tu paso
y todos los sabios
querrán preguntarte algo.
No me imagino
a dónde quedaré yo
entretanto,
injertada en mis
raíces de pueblo cansado.
IV
Hubo una vez que yo era una uva
glóbulo jugoso de bella tersura.
Con mis jugos bailaba la risa
con mis hojas vistieron a Eva
y a todas sus hijas.
Hubo un tiempo en que yo subía
como la parra sobre la piedra caliza.
Luego vino el olvido a secarme
a vaciarme, a crujirme.
Hoy soy una pasa dulce, dulce,
pero al final, tan amarga,
que hay que escupirla.

Marlú V (Ciudad de México, 1973).
Creadora de la Poesía Inútil,
poemas de verso breve y esperanzado
de difícil definición, pero con mucho corazón.
Actualmente colabora en Diario Capital Toluca
con la sección semanal Mirilla.